1- Identificación del problema: El proceso de toma de decisiones se inicia con la
existencia de un problema o, para ser más específicos con una discrepancia
entre un estado de cosas existentes y el deseado. Los problemas no suelen
presentarse de manera obvia, a esto se le suma el conflicto de qué es un
problema, ya que para algunos lo que es un problema, para otros puede ser un estado
satisfactorio de cosas. Es decir, que la identificación de problemas es
subjetiva.
Antes de que algo pueda caracterizarse como un
problema, los gerentes deben ser concientes de la discrepancia. Para ello, deben realizar una comparación
entre su estado actual y el desempeño anterior o las metas establecidas con
anterioridad.
Una discrepancia sin presión es un problema, ya que el
gerente no se verá obligado a buscar una solución a dicho problema. La presión puede incluir políticas
organizacionales, fechas de entrega, crisis financiera, expectativas del jefe o
una inminente evaluación de desempeño.
2- Identificación de los criterios de decisión: Una vez identificado el problema, los gerentes deben
determinar que es relevante para tomar unas decisiones. Cada uno tiene sus
propios criterios, los que definen que es más importante en la toma de decisiones.
3- Asignación de peso al criterio: Los criterios mencionados con anterioridad no deben
ser igualmente importantes, sino que se debe indicar el grado de importancia al
asignarles un valor a cada uno.
4- Desarrollo de alternativas: Consiste en listar las diferentes alternativas
posibles que puedan resolver el problema. No son evaluadas en este paso.
5- Análisis de alternativas: En este paso el tomador de decisiones debe analizar
críticamente cada una de las alternativas, las cuales se medirán contra los
criterios.
6- Selección de una alternativa: Consiste en elegir la mejor alternativa entre las
listadas y evaluadas.
7- Implementación de la alternativa: Aún en este paso la decisión puede fracasar si no es
puesta en práctica de manera adecuada. La implementación comprende la
trasmisión de la decisión a quienes se ven afectados y obtener de ellos su
compromiso al proyecto.
8- Evaluación de la eficacia de la decisión: Evaluar el resultado de la decisión para determinar
si el problema ha sido resuelto. En caso que el problema aún no haya sido
resuelto, el gerente tendrá que volver sobre sus pasos o si fuera necesario
volver a empezar.
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